del blog del escritor Patxi Irurzun "Ajustes de cuentos"
Más indecencia, más insultos. “Robespierre, vuelve”, circulan por ahí unos logos, para hacer camisetas, pegatinas… Y cuánta razón que llevan, pero no pasará nada, no parece que vaya a pasar nada, mientras nos quede todavía un Barça-Madrid. “Jessica, vuelve”, lo dijo el otro día Paquirrín, esa es todavía la consigna. No pasó nada tampoco un día que debería ser un hito de la historia moderna, el día que a la democracia, o lo que fuera esto, se le dio la puntilla, el día que Papandreu huyó hacia delante con el órdago de un referéndum y todos los demócratas de toda la vida, los nuestros los primeros, se echaron las manos a la cabeza, dijeron que era una locura, eso de preguntar a la gente. ¿Qué sabe la gente? ¿Qué pinta la gente en todo esto? La gente solo somos soldados de infantería, los que tenemos que exponernos a las balas para que los palacios y los hemiciclos y los consejos de administración sigan a salvo, lejos de la crisis, y las máquinas registradoras sigan haciendo clin-clin. (Esto Miguel Sanz no podría decirlo porque es una metáfora, o igual no, quizás ya hay en marcha otra guerra, otra de verdad, con muertos de verdad, con bombas y tiros y eso, no muertos de los otros, de hambre, o de infartos, muertos de asco e impotencia; las guerras ya se sabe, reactivan la economía, y ya hay misiles que van de aquí para allá y nos los ponen en los telediarios todos los días para que vayamos acostumbrándonos).